Seguridad Operacional:  Asunto de Todos

*Por Juan carlos García Flores

 

La seguridad operacional es un pilar fundamental en la aviación civil, que abarca todas las medidas, procedimientos y normativas diseñadas para garantizar que las operaciones aéreas se desarrollen sin incidentes, ni accidentes. Este concepto implica un enfoque sistemático para identificar, evaluar y mitigar riesgos potenciales en el entorno aeronáutico. En el contexto global, y especialmente en países como México, la seguridad operacional adquiere una relevancia crítica debido a la creciente demanda de tráfico aéreo y la necesidad de adaptarse a estándares internacionales.

¿Qué es la seguridad operacional?

La seguridad operacional en la aviación se refiere a la gestión y prevención de accidentes y fallos en el sistema de transporte aéreo. La Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) define la seguridad operacional como "el estado en el que el riesgo de lesiones a las personas o daños a los bienes se reduce y se mantiene en un nivel aceptable o por debajo de este, mediante un proceso continuo de identificación de peligros y gestión de riesgos". Este concepto se basa en tres pilares esenciales: la identificación de peligros, la evaluación de riesgos, y la implementación de medidas para mitigar esos riesgos.

Importancia de la seguridad operacional

La seguridad operacional es una responsabilidad compartida por todos los actores del sector: aerolíneas, permisionarios y concesionarios aeroportuarios, operadores de aviación privada, controladores aéreos, personal de mantenimiento, autoridades reguladoras, y en última instancia, los pasajeros. La falta de adherencia a normas de seguridad puede tener consecuencias catastróficas, desde incidentes que afecten la eficiencia de las operaciones hasta accidentes que agreguen al desenlace víctimas fatales. En un mundo donde el tráfico aéreo crece exponencialmente y los operadores aéreos buscan operar en un entorno altamente competitivo, garantizar la seguridad es un reto constante.

Además, las aerolíneas, operadores de aviación privada y los países deben cumplir con las normativas internacionales emitidas por la OACI, así como con las directrices de agencias de seguridad como la Administración Federal de Aviación (FAA) en Estados Unidos y la Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA). El incumplimiento de estas normativas puede resultar en sanciones, restricciones de vuelo, o la pérdida de la confianza del público.

Principales problemas de seguridad operacional en México

México es uno de los países con mayor crecimiento en el tráfico aéreo en América Latina. Esto se debe tanto a su ubicación geográfica estratégica como a su creciente importancia como destino turístico y centro de negocios. Sin embargo, el país enfrenta varios retos significativos en materia de seguridad operacional.

1. Degradación de la categoría de seguridad aérea

Uno de los problemas más destacados que ha enfrentado México en los últimos años es la degradación de su calificación en seguridad aérea por parte de la FAA. En mayo de 2021, la FAA rebajó la calificación de México de Categoría 1 a Categoría 2, lo que implica que el país no cumple con los estándares mínimos de seguridad de la OACI. Esta degradación tuvo un impacto negativo en las operaciones aéreas entre México y Estados Unidos, limitando la capacidad de las aerolíneas mexicanas para abrir nuevas rutas o aumentar la frecuencia de vuelos a ese país.

Afortunadamente en septiembre de 2023, tras una auditoría realizada por expertos de FAA se recupera la categoría 1.

2. Infraestructura aeroportuaria

Otro desafío importante en materia de seguridad operacional en México es la infraestructura aeroportuaria. Los principales aeropuertos del país, especialmente el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), enfrentan problemas de saturación. El AICM, uno de los más transitados de América Latina, opera por encima de su capacidad, lo que genera un ambiente propenso a incidentes. La congestión aérea puede aumentar el riesgo de colisiones en tierra y en el aire, así como generar retrasos que afectan la eficiencia y la seguridad de las operaciones.

Aunque se han implementado soluciones como la construcción del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) y la redistribución de vuelos a otros aeropuertos, estos esfuerzos aún no han logrado resolver completamente el problema de la saturación. La falta de coordinación efectiva entre los diferentes aeropuertos del sistema metropolitano y la resistencia de algunas aerolíneas a trasladar sus operaciones agravan el problema.

3. Falta de personal capacitado

La falta de personal capacitado es otro de los problemas que afectan la seguridad operacional en México. La creciente demanda de servicios aéreos ha puesto una presión significativa sobre el sistema, pero el número de controladores aéreos, ingenieros aeronáuticos y personal de mantenimiento no ha crecido al mismo ritmo. Esto crea una situación en la que el personal existente enfrenta cargas de trabajo excesivas, lo que puede derivar en errores humanos que comprometan la seguridad.

Además, los programas de capacitación en algunas áreas no siempre cumplen con los estándares internacionales. La necesidad de contar con personal altamente calificado y entrenado para manejar situaciones de emergencia o para identificar y mitigar riesgos es crítica para mantener la seguridad operacional.

4. Condiciones meteorológicas adversas

Las condiciones meteorológicas representan un desafío importante para la seguridad operacional en México. Aunque este es un problema global, en México, algunos aeropuertos enfrentan condiciones meteorológicas complicadas debido a su ubicación geográfica. El aeropuerto de Toluca, por ejemplo, experimenta frecuentemente condiciones de baja visibilidad, mientras que otros aeropuertos en zonas costeras deben enfrentar huracanes y tormentas tropicales.

La capacidad de los operadores aéreos y los controladores aéreos para gestionar estos eventos y garantizar la seguridad de las operaciones es crucial. Sin embargo, en algunos casos, la infraestructura y los sistemas de alerta temprana no son suficientes para prever o mitigar adecuadamente los riesgos meteorológicos.

Conclusión

La seguridad operacional es prioridad para todos los actores en la aviación. En México, a pesar de los esfuerzos por mejorar las regulaciones y la infraestructura, persisten desafíos importantes que requieren una atención continua y abordarse con urgencia para garantizar la seguridad de las operaciones aéreas en el país. Solo mediante una colaboración efectiva entre autoridades, operadores aéreos tanto de aviación comercial como de aviación privada y el resto de actores, México podrá superar estos retos y asegurar un entorno operacional más seguro para el futuro y un desarrollo sustentable para beneficio de la aviación en México.